Voltaire

(1694-1778) Seudónimo de François Marie Arouet. Filósofo y escritor francés.

Frases célebres

Todos los hombres tienen iguales derechos a la libertad, a su prosperidad y a la protección de las leyes.

Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente.

¡Cuán querida es de todos los corazones buenos su tierra natal!

Yo conozco al pueblo: cambia en un día. Derrocha pródigamente lo mismo su odio que su amor.

El secreto de no hacerse fastidioso consiste en saber cuando detenerse.

La providencia nos ha dado el sueño y la esperanza como compensación a los cuidados de la vida.

Cuando el espíritu está abatido, es menester sacudirlo.

Nadie se da la muerte en un exceso de razón.

No hay verdad que no haya sido perseguida al nacer.

La dicha no es más que sueño, y el dolor la realidad.

Los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas.

¡Dios mío, líbrame de mis amigos! De los enemigos ya me encargo yo.

El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad.

Todos estamos llenos de debilidades y errores; perdonémonos recíprocamente nuestras tonterías: es ésta la primera ley de la Naturaleza.

La incertidumbre es una posición incómoda. Pero la certeza es una posición absurda.

Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más tarde o más pronto.

La razón me dice que Dios existe, pero también me dice que nunca podré saber lo que es.

Hay quienes sólo utilizan las palabras para disfrazar sus pensamientos.

No siempre depende de nosotros ser pobres; pero siempre depende de nosotros hacer respetar nuestra pobreza.

El que vive prudentemente, vive tristemente.

No siempre podemos agradar, pero siempre podemos tratar de ser agradables.

Cada uno besa temblando la mano que nos encadena.

Siempre la felicidad nos espera en algún sitio, pero a condición de que no vayamos a buscarla.

A los vivos les debemos respeto pero a los muertos solo les debemos la verdad.