Miguel Delibes

(1920-2010) Escritor español.

Frases célebres

Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.

Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.

La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón.

No existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que se deshacen como pompas de jabón.

La medicina ha prolongado nuestra vida, pero no nos ha falicitado una buena razón para seguir viviendo.

Para escribir un buen libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Cervantes cuando lo escribió, aún no lo había leído.

Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo.

Cuando a las gentes les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua.

Es una de las limitaciones más crueles del ser humano. La vida sería más llevadera si dispusiésemos de una segunda oportunidad.

Cuando ella se fue todavía lo vi más claro: aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la vida eran sencillamente la felicidad.

Me percaté entonces de que la alegría es un estado del alma y no una cualidad de las cosas. Que las cosas en sí mismas no son alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos.

Observo que cuanto más progresa la técnica más propendemos al papanatismo.

– Dime ¿por qué si uno sabe nadar flota sin moverse y cuando no sabe se hunde?
– El miedo pesa, hijo.

Cada uno mira demasiado lo propio y olvida que hay cosas que son de todos y que hay que cuidar.

Alimentados de pesimismo no vivimos la vida, la sufrimos.