Umberto Eco

(1932-2016) Escritor italiano.

Frases célebres

Nada es más nocivo para la creatividad que el furor de la inspiración.

Hoy no salir en televisión es un signo de elegancia.

La televisión se nos aparece como algo semejante a la energía nuclear. Ambas sólo pueden canalizarse a base de claras decisiones culturales y morales.

La superstición trae mala suerte.

Yo siempre me pongo a dieta, igual que todas las semanas dejo de fumar.

El fin del terrorismo no es solamente matar ciegamente, sino lanzar un mensaje para desestabilizar al enemigo.

El gran peligro de la globalización es que nos empuja a una megalengua común.

La civilización democrática se salvara únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión critica, y no una invitación a la hipnosis.

Cuando entra en juego la posesión de los bienes terrenales es difícil que los hombres razonen con justicia.

Los libros no están hechos para que uno crea en ellos, sino para ser sometidos a investigación. Cuando consideramos un libro, no debemos preguntarnos qué dice, sino qué significa.

No todas las verdades son para todos los oídos.

Creo que en lo que nos convertimos depende de lo que nuestros padres nos enseñan en momentos extraños, cuando no están tratando de enseñarnos. Estamos formados por pequeños pedazos de sabiduría.

Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor.

La belleza del cosmos no procede sólo de una unidad en la variedad, sino también de la variedad en la unidad.

Busqué en todas las cosas el descanso, y en ninguna lo encontré, excepto en un lugar solitario en compañía de un libro.