Aristóteles

(384 AC-322 AC) Filósofo griego.

Frases célebres

Cometer una injusticia es peor que sufrirla.

Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes,
lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.

La virtud resplandece en las desgracias.

Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.

Platón es mi amigo, pero la verdad me es más querida.

No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.

Todos los gobiernos mueren por la exageración de su principio.

Todo lo que se mueve es movido por otro.

Todo hombre, por naturaleza, desea saber.

Si nada hay eterno, no es posible la producción ni la generación.

Si el espíritu es un atributo divino, una existencia conforme al espíritu será verdaderamente divina.

Lo mejor es salir de la vida como de una fiesta, ni sediento ni bebido.

Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.

La riqueza consiste mucho más en el disfrute que en la posesión.

La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía.

La bestialidad es un mal menor que la perversidad, pero es más temible.

Es preciso que la filosofía sea un saber especial, de los primeros principios y de las primeras causas.

Es absolutamente imposible demostrarlo todo.

El verdadero discípulo es el que supera al maestro.

El hombre es un animal político.

Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.

Mercaderes e industriales no deben ser admitidos a la ciudanía, porque su género de vida es abyecto y contrario a la virtud.

Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.

La democracia ha surgido de la idea de que sí los hombres son iguales en cualquier respecto, lo son en todos.