Gabriel García Márquez

(1927-2014) Escritor colombiano.

Frases célebres

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado.

El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.

Hay que ser infiel, pero nunca desleal.

El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.

Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía.

La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

Así es -suspiró el coronel-. La vida es la cosa mejor que se ha inventado.

Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.

El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.

La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.

Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.

Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe.

Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados.

La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.

La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.

En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.

Nunca releo mis libros, porque me da miedo.

No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.

El amor es tan importante como la comida. Pero no alimenta.

El escritor escribe su libro para explicarse a sí mismo lo que no se puede explicar.

El amor se hace más grande y noble en la calamidad.

Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.

El periodismo es el mejor oficio del mundo.