Oliver Wendell Holmes

(1809-1894) Poeta y médico estadounidense.

Frases célebres

El ruido de un beso no es tan retumbante como el de un cañón, pero su eco dura mucho más.

Aquello que sale del corazón, lleva el matiz y el calor de su lugar de origen.

Ningún amor es más verdadero que aquel que muere sin haber sido revelado.

No pongas tu interés en el dinero, pero pon tu dinero a interés.

La memoria es como una red: uno la encuentra llena de peces al sacarla del arroyo, pero a través de ella pasaron cientos de kilómetros de agua sin dejar rastro.

La ciencia es un magnífico mobiliario para el piso superior de un hombre, siempre y cuando su sentido común esté en la planta baja.

Toda lengua es un templo en el que está encerrada el alma del que habla.

El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.

La fama suele alcanzar a aquellos que están pensando en otra cosa.

Lo peor de las mansiones modernas es que no tienen lugar para los fantasmas.

Nuestro amor es el hogar, y el hogar pueden abandonarlo nuestros pies pero nunca nuestros corazones.

Creo firmemente que si todos los medicamentos del mundo fueran lanzados al mar, sería mucho mejor para la humanidad y mucho peor para los peces.

El amor es la llave maestra que abre las puertas de la felicidad, del odio, de los celos, y, sobre todo, la puerta del miedo.

La mente se estira por una nueva idea o sensación, y nunca se contrae de nuevo a sus antiguas dimensiones.