John Fitzgerald Kennedy

(1917-1963) Político demócrata estadounidense. Trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos.

Frases célebres

Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro.

Perdona a tus enemigos, pero jamás olvides su nombre.

Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él.

En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él.

Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía.

Si no podemos poner fin a nuestras diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.

Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar.

Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos.

La democracia es una forma superior de gobierno, porque se basa en el respeto del hombre como ser racional.

La victoria tiene un centenar de padres, pero la derrota es huérfana.

El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano.

La grandeza de un hombre está en relación directa a la evidencia de su fuerza moral.

La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social.

El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.

El hombre sigue siendo la mayor computadora.

La guerra incondicional no conduce ya a la victoria incondicional.

No podemos negociar con aquéllos que dicen, «lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable».

El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.

Los que hacen imposible una revolución pacífica harán inevitable una revolución violenta.

El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales.