Pío Baroja

(1872-1956) Escritor español.

Frases célebres

Sólo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez.

Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.

A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.

Buscar la unanimidad por la violencia es labor baldía.

El cemento armado es una musa honesta y útil, y quizá en manos de un arquitecto genial sería admirable; pero cuando se desmanda y se siente atrevida, como una cocinera lanzada a cupletista, hace tales horrores, que habría que sujetarla y llevarla a la cárcel.

Dejemos las conclusiones para los idiotas.

Así como la desgracia hace discurrir más, la felicidad quita todo deseo de análisis; por eso es doblemente deseable.

El hombre: un milímetro por encima del mono cuando no un centímetro por debajo del cerdo.

Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos.

El psicoanálisis es el cubismo de la medicina.

La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público

Me pareció tan bonita que no podía recordar luego cómo era.

Aunque tengamos la evidencia de que hemos de vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener esperanza.

La historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga a bajo toda la armazón histórica.

Cuando uno se hace viejo, gusta más releer que leer.

Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles.

La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la literatura escoge y la vida no.

En la vejez no se hace más que repetirse.

Siempre es simpático el que triunfa.

Yo creo que la gente, cuando es inteligente y completamente normal, no debe pretender el ser rara y extraña, porque llega al absurdo inventado.

La falsedad y el disimulo son útiles dentro de la vida social. Yo esta condición no la he tenido, y creo que el no tenerla me ha perjudicado más que otra cosa. También me ha perjudicado un poco, al tratar con propios y extraños, el no tener solemnidad.

El niño ríe por alegría; es el primer escalón. El humorismo ríe con tristeza; es el último escalón. Aurora y crepúsculo.

La música es un arte que está fuera de los límites de la razón, lo mismo puede decirse que está por debajo como que se encuentra por encima de ella.

El mundo, para nosotros, es representación, como decía Schopenhauer; no es una realidad absoluta, sino un reflejo de ideas esenciales.