Pablo Neruda

(1904-1973) Poeta chileno, nacido con el nombre de Neftalí Reyes Basoalto. Recibió el premio Nobel de Literatura en 1.971.

Frases célebres

En un beso, sabrás todo lo que he callado.

Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu compañía!

Es tan corto el amor y tan largo el olvido.

Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.

El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.

Para que nada nos separe que nada nos una.

¿Sufre más aquél que espera siempre que aquél que nunca esperó a nadie?.

Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.

Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.

Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino.

La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.

El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.

Sembremos la llanura antes de arar la loma.

Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana ...

La poesía nace del dolor. La alegría es un fin en sí misma.

Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos? ¿o serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?

No hay más destino que el que nos haremos
a pura sangre, a mano.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.

Sí, corazón,
lo sé,
lo sé,
y se sabe:
es a vida, es a muerte
este destino.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.