Proverbio árabe

Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.

Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.

La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.

Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.

Al perro que tiene dinero se le llama señor perro.

La crueldad es la fuerza de los cobardes.

Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego.

Pídeles consejos a los viejos y a los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común.

Los que de veras buscan a Dios, dentro de los santuarios se ahogan.

Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.

Quien se empeña en pegarle una pedrada a la luna no lo conseguirá, pero terminará sabiendo manejar la honda.

Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate un espejo.

El hombre no puede saltar fuera de su sombra.

Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo.

Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál debe ser su destino.

Aconseja al ignorante, te tomará por su enemigo.

Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.