Rainer María Rilke

(1875-1926) Escritor austríaco.

Frases célebres

Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida.

En la vida no hay clases para principiantes; en seguida exigen de uno lo más difícil.

Las críticas son cartas al público que ningún autor tiene que abrir ni leer.

He rezado por mi niñez, y ha vuelto a mí, y siento que sigue siendo tan pesada como antes, y que no ha servido de nada hacerme mayor.

Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.

Convierte tu muro en un peldaño.

La única patria que tiene el hombre es su infancia.

Amar es una oportunidad, un motivo sublime que se ofrece a cada individuo para madurar y llegar a ser algo en sí mismo, para volverse mundo.

El amor consiste en dos soledades que se protegen, limitan y procuran hacerse mutuamente felices.

A ti, oscuridad de la que vengo,
te amo más que a la llama
que limita el mundo
y brilla sólo
para algún círculo

No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. En las profundidades es donde todo se vuelve ley.

Lo que llamamos destino no nos llega del exterior, sino que emerge de nosotros.