Isabel Allende

(1942-?) Escritora chilena.

Frases célebres

Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.

La guerra es la obra de arte de los militares, la coronación de su formación, el broche dorado de su profesión. No han sido creados para brillar en la paz.

Pero nunca más es mucho tiempo. Así he podido comprobarlo en esta larga vida.

Igual que en el momento de venir al mundo, al morir tenemos miedo de lo desconocido. Pero el miedo es algo interior que no tiene nada que ver con la realidad.

La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo.

Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente, y optimismo desafiante para encarar el futuro.

La felicidad que se vive deriva del amor que se da.

Al final, sólo se tiene lo que se ha dado.

Si escribo algo, temo que suceda, si amo demasiado a alguien temo perderlo; sin embargo no puedo dejar de escribir ni de amar...

Todos tenemos demonios en los rincones oscuros del alma, pero si los sacamos a la luz, los demonios se achican, se debilitan, se callan y al fin nos dejan en paz.

Los traumas no desaparecen por desdeñarlos; son una medusa persistente que espera en la sombra y en la primera ocasión ataca con su cabellera de serpientes.

Esto sirve para tranquilizarnos la conciencia, hija -explicaba a Blanca-. Pero no ayuda a los pobres. No necesitan caridad, sino justicia.

Ya todos estamos en edad de tirar por la borda los sentimientos que no sirven para nada y quedarnos solo con aquellos que nos ayudan a vivir.