André Gide

(1859-1951) Escritor francés

Frases célebres

Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde.

El secreto de mi felicidad está en no esforzarse por el placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo.

Hay que haber vivido un poco para comprender que todo lo que se persigue en esta vida sólo se consigue arriesgando a veces lo que más se ama.

La satisfacción es la única señal de la sinceridad del placer.

Todas la cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo.

Sabio es aquel que constantemente se maravilla.

Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado.

Una mujer no comienza a mostrar su edad hasta que empieza a ocultarla.

Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.

La edad también tiene ventajas muy saludables, se derrama mucho del alcohol que nos gustaría beber.

Es bueno seguir la pendiente con tal que sea subiendo.

No se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos.

Recuerdo haber dicho que se necesitaba mucho talento para hacer soportable un poco de genio.

No hemos de gozar con mayor deleite las cosas que nos han costado caras, ni con menos las que no nos han costado nada.

El hombre es incapaz de elegir y siempre cede a la tentación más fuerte.

La gente no puede descubrir nuevas tierras hasta que tenga el valor de perder de vista la orilla.

Hay muy pocos monstruos que garanticen los miedos que les tenemos.