Ernest Hemingway

(1899-1961) Novelista y escritor de cuentos cortos estadounidense. Premio Nobel de Literatura en 1954.

Frases célebres

El hombre que ha empezado a vivir seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera.

La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.

Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar.

El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.

Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.

El hombre no está hecho para la derrota; un hombre puede ser destruido pero no derrotado.

Conocer a un hombre y conocer lo que tiene dentro de la cabeza, son asuntos distintos.

El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.

Un rico es diferente al que no lo es: tiene más dinero.

Intenta comprender, no eres un personaje de tragedia.

Es moral lo que hace que uno se sienta bien, inmoral lo que hace que uno se sienta mal. Juzgadas según estos criterios morales que no trato de defender, las corridas de toros son muy morales para mí.

La obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee.

Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él.

La moral es lo que hace a uno sentirse bien y lo inmoral es lo que hace a uno sentirse mal.

Sin duda, no hay cacería como la caza de hombres y aquellos que han cazado hombres armados durante el suficiente tiempo y les ha gustado, en realidad nunca se interesarán por nada más.

Sólo existen tres deportes: el toreo, las carreras de coches y el montañismo. El resto son simples juegos.

Ahora: una palabra curiosa para expresar todo un mundo y toda una vida.

Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen.

Sentía la soledad de muerte que llega al cabo de cada día de la vida que uno ha desperdiciado.

Si ganamos aquí ganaremos en todas partes. El mundo es un hermoso lugar, vale la pena defenderlo y detesto dejarlo.

Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser exacto. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto.

No hagas lo que sinceramente no quieres hacer. Nunca confundas movimiento con acción.

La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.

Ahora no es el momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay.