Giacomo Leopardi

(1798-1837) Poeta y erudito italiano.

Frases célebres

No temas ni a la prisión, ni a la pobreza, ni a la muerte. Teme al miedo.

¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!

Las personas no son ridículas sino cuando quieren parecer o ser lo que no son.

La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque carece de toda apariencia de heroísmo.

La felicidad está en la ignorancia de la verdad.

No hay nada más raro en el mundo que una persona a la que siempre podamos tolerar.

La vejez es mala porque priva al hombre de todos los placeres dejándole los apetitos.

Cada uno es tan infeliz como cree.

Quizá, el camino más directo para conquistar la fama sea el afirmar con seguridad y pertinencia y, por cuantos modos sea posible, el haberla conquistado.

Para la felicidad son menos nefastos los males que el aburrimiento.

Los antepasados son lo más importante para quien no ha hecho nada.

El hombre no vive de otra cosa que de religión o de ilusiones.

Todas las criaturas se sienten o pueden sentirse satisfechas de sí mismos, excepto el hombre; lo que demuestra que su existencia no esta limitada a este mundo como la del resto de las cosas.

Confiad en los que se esfuerzan por ser amados; dudad de los que sólo procuran parecer amables.

¡Ay, amor! ¡Qué mal me gobernaste! ¿Por qué un sentimiento tan dulce me trae tanto dolor, tanto deseo?

La razón es enemiga de toda grandeza [...] Las cosas que llamamos grandes suelen salirse de lo ordinario y como tales entrañan cierto desorden: pues bien, la razón condena ese desorden.