Giovanni Papini

(1881-1956) Escritor italiano. Inicialmente ateo y escéptico, posteriormente pasó a ser un fervoroso católico.

Frases célebres

El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.

Quiero saberlo todo. Y siempre me encuentro como antes, triste como la vida y resignado como la sabiduría.

Todo hombre paga su grandeza con muchas pequeñeces, su victoria con muchas derrotas, su riqueza con múltiples quiebras.

El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga.

Hay quien tiene el deseo de amar, pero no la capacidad de amar.

Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. ¿Por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?

Cuando era joven leía casi siempre para aprender; hoy, a veces, leo para olvidar.

Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito.

Temo a un solo enemigo que se llama, yo mismo.

Una salud demasiado espléndida es inquietante, pues su vecina, la enfermedad, está presta siempre a abatirla.

Las armas son instrumentos para matar y los Gobiernos permiten que la gente las fabrique y las compre, sabiendo perfectamente que un revólver no puede usarse en modo alguno más que para matar a alguien.

Todo hombre no vive más que por lo que espera.

El dinero, que ha hecho morir a tantos cuerpos, hace morir todos los días a miles de almas.

La ira es como el fuego; no se puede apagar sino al primer chispazo. Después es tarde.

El amor no es capaz de ver los lados malos de un ser; el odio no es capaz de ver los lados buenos.