Frases sobre la confianza

La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la preguntas.

La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan.

Simón Bolívar (1783-1830) Militar y político de origen venezolano.
Confianza

Confianza es el sentimiento de poder creer a una persona incluso cuando sabemos que mentiríamos en su lugar.

Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.

La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.

Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense.
Confianza

Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.

La fuerza es confiada por naturaleza. No existe un signo más patente de debilidad que desconfiar instintivamente de todo y de todos.

Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.
Confianza

Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza.

Juvenal (67-127) Poeta satírico romano.
Confianza

La confianza sirve en las conversaciones más que el ingenio.

¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!.

La confianza es madre del descuido.

Nadie que confía en sí, envidia la virtud del otro.

Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.
Confianza

¿Por qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo esperanza mejor o que pueda igualarla?

Es una especie de enfermedad natural de los poderosos no poder fiarse de los amigos.

Quien no tiene confianza en el hombre, no tiene ninguna en Dios.

George Chapman (1559-1634) Poeta, dramaturgo y traductor inglés.
Confianza

No es fiéis del que de nadie se fía.

Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.
Confianza

El mayor despeñadero, la confianza.

El que se fía de cualquiera demuestra poca discreción y sensatez: el que de nadie se fía muestra tener todavía menos.

Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.
Confianza

Solo en contadísimas ocasiones encontramos a alguien a quien podamos transmitir nuestro estado de ánimo con exactitud, alguien con quien podamos comunicarnos a la perfección. Es casi todo un milagro, o una suerte inesperada, hallar a esa persona.

La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.

Es imposible ir por la vida sin confiar en nadie; es como estar preso en la peor de las celdas: uno mismo.

Cuando alguien te da su confianza, siempre te quedas en deuda con él.