Frases sobre la televisión
Cuando la televisión informa sobre algún hecho marginal, en ese momento deja de serlo.
La televisión es un arma de doble filo, con la que incluso el espectador puede llegar a suicidarse.
La televisión debe evitar el presentar siempre la realidad color de rosa.
Vivimos en la era de la televisión. Una sola toma de una enfermera bonita ayudando a un viejo a salir de una sala dice más que todas las estadísticas sanitarias.
Si de pronto se descompusieran todos los televisores del mundo, no habría escalas para medir los maremotos de aburrimiento.
El problema es que la televisión amalgame y convierta en papilla informe la realidad, la ficción, lo fundamental, lo secundario, el divertimento y la reflexión.
La televisión es la violación de las multitudes.
La televisión rompió el confort de los cuartos de estar con la brutalidad de la guerra. Vietnam se perdió en ellos, no en los campos de batalla.
Seis, ocho millones de espectadores. Estas son cifras con las que nunca pudo soñar ningún director teatral o novelista y menos aún Esquilo, Sófocles o Eurípides.
Cuando viajo por Europa paso bastante tiempo en la habitación del hotel, repasando la cultura local a través de los programas de televisión.
La civilización democrática se salvara únicamente si hace del lenguaje de la imagen una provocación a la reflexión critica, y no una invitación a la hipnosis.
Irónicamente he dicho en muchas entrevistas que “la televisión es el opio del pueblo”, modificando la famosa frase de Marx.
Los dioses se han marchado, nos queda la televisión.
No se percatan que la televisión, es tal vez aún peor que la escuela obligatoria.