Frases sobre la bondad

Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.

Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.

Más vale feo y bueno que guapo y perverso.

Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.

Tú verás que los males de los hombres son fruto de su elección; y que la fuente del bien la buscan lejos, cuando la llevan dentro de su corazón.

Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro.

Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego.
Bondad

Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien.

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad.

Todo acto de bondad es una demostración de poderío.

El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones.

La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.

Cuando soy buena, soy buena; cuando soy mala, soy mucho mejor.

Mae West (1892-1981) Actriz estadounidense.
Bondad

Jamás es perdido el bien que se hace.

Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés.
Bondad

Dijo Platón que los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.

Haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza, esparcimos las semillas de lo divino.

No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella.

Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores.

Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.
Bondad

Las almas bellas son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad.

Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés.
Bondad

No hay alma, por poco noble que sea, que permanezca tan aferrada a los objetos de los sentidos que, a veces, no se aparte de ellos para desear un bien mayor.

Bien están los buenos pensamientos, pero resultan tan livianos como burbuja de jabón, si no los sigue el esfuerzo para concretarlos en acción.

Cuanto mejor es el bueno, tanto más molesto es para el malo.

El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno.

Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo.