Sófocles

(495AC-406AC) Poeta trágico griego.

Frases célebres

Siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo.

Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.

El que prescinde de un amigo es como el que prescinde de su vida.

Los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres.

Me preguntas si debes o no casarte; pues, de cualquier cosa que hagas te arrepentirás.

La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.

La alegría más grande es la inesperada.

Para quien tiene miedo, todo son ruidos.

Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos

Noble cosa es, aún para un anciano, el aprender.

La verdad puede más que la razón.

Los que en realidad aman la vida son aquellos que están envejeciendo.

Los cielos nunca ayudan al hombre que no quiere actuar.

Cásate; si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para un hombre

El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano.

Una palabra es suficiente para hacer o deshacer la fortuna de un hombre.

Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.

No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.

Constante y perpetua riqueza es la virtud.

Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho.

Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; sólo la muerte no ha conseguido evitar.

El saber es la parte más considerable de la felicidad.

Es terrible hablar bien cuando se está errado.

Una mentira nunca vive hasta hacerse vieja.